El pasado fin de semana tuve la suerte de participar en un mercado de artesanos. Para mi, es el primero en el que participo después de la llegada a nuestras vidas del Covid-19.
En estos momentos de tantas noticias, cifras, rebrotes e incertidumbre os confieso que tuve mis dudas. Por suerte, mi entusiasmo y mis ganas de seguir avanzado, acabaron con esas dudas rápidamente.
Llego el domingo, cargamos el coche, cogimos la mascarilla y pusimos rumbo a Ezcaray. El lugar del evento, La Arboleda del Sur, no os podéis imaginar lo preciosos que es, todos los puestos bajo una carpa inmensa al aire libre. Cada marca coloca cuidadosamente todos sus productos entre gel hidroalcoholico y sprays desinfectantes. Ahora estos productos forman parte de lo indispensable.
Llegan las 12 y se abren las puertas, muchos visitantes empiezan a pasar por nuestra carpa llena de cosas bonitas en cada puesto. Fantástica la acogida y fantástica la gente. Todo el mundo con su mascarilla, utilizando el gel y siguiendo todas las recomendaciones de cada puesto. En mi caso tenía colocado un cartelito pidiendo que no se tocaran los artículos y que yo estaría encantada de enseñarles todo lo que quisieran. Y fue muy agradable observar como todo el mundo actuaba con prudencia y comprensión ante este tipo de medidas.
En mi caso, me fui con menos cositas de con las que llegué, recibí muchas visitas de familia y amigos y compartí espacio con personas muy creativas que hacen cosas increíbles. Yo, con este resumen, feliz, muy feliz.
Solo me queda dar las gracias a las personas que promovieron este evento, a quienes nos cedieron un espacio en un entorno precioso y a la compañía de otros artesanos.
La Arboleda del Sur
Hotel Echaurren
Luba cerámica
Saray y sus alpargatas
Lurreko aromáticas
Margo almazuelas
Adriana cantera creatíva
The Vermutiter complementos
Peke Toyas maestro vidriero
NewEdnic joyería artesanal